Esto nos lleva a la herramienta principal a la que se recurre a la hora de recrear estos escenarios sin dejar de contar una historia lineal cuando la evidencia disponible no es suficiente para ensamblar el rompecabezas completo: la especulación. La especulación juega un papel importante a la hora de reconstruir el mundo prehistórico, ya que ninguno de nosotros estuvo ahí para verlo tal y como era, de modo que siempre es necesario un poco de imaginación para rellenar los huecos que no se pueden llenar con evidencia, especialmente cuando se pretende representarlo a través de medios artísticos, tales como la filmación. En el contexto paleontológico, se suele aplicar la especulación en ámbitos que van más allá de lo que se puede observar o estudiar de manera experimental, como por ejemplo, lo referente al comportamiento de animales extintos. Dado que ningún ser humano pudo presenciar la vida de los dinosaurios en el Mesozoico, no podemos decir con exactitud cómo era su comportamiento, aunque sí podemos hacer conjeturas a partir de lo que observamos en el mundo actual, lo cual se hace con frecuencia, especialmente a la hora de representarlos en medios audiovisuales de carácter didáctico. De hecho, todas las producciones tematizadas en dinosaurios filmadas en un estilo de documental de naturaleza se valen de la especulación para contar las historias que pretenden contar debido a la necesidad de plasmar una imagen lo más completa posible de las circunstancias en las que se desarrollan dichas historias, para lo cual deben rellenar los huecos que no se pueden cubrir con la evidencia paleontológica disponible. De ahí que veamos cómo el Triceratops macho entra en un estado similar al "must", durante el cual su gola cambia de color en "Prehistoric Park", cómo un pterosaurio realiza un viaje migratorio de un continente a otro en "Walking with Dinosaurs" o cómo los saurópodos inflan sacos de aire en su cuello como un mecanismo de comunicación visual en "Prehistoric Planet", por mencionar algunos ejemplos. Ninguno de estos escenarios está basado en evidencia paleontológica y aunque se plasmen de manera gráfica en un medio didáctico para representar un concepto determinado de manera visual, no necesariamente son una representación fiel de la realidad.
Quizá un caso más relevante para este tema es la adjudicación de cualidades o comportamientos humanísticos o caricaturescos a otras especies animales, algo que aunque usualmente es implementado en trabajos puramente de ficción, también lo suele ser ocasionalmente en documentales, siendo un ejemplo bastante notorio la miniserie "Dinosaur Revolution", donde podemos ver por ejemplo, cómo en uno de sus episodios, un pequeño terópodo corre erráticamente de un lado a otro por un breve período tras ser decapitado por una madre Allosaurus debido a que su presunta llamada de apareamiento le impedía a ésta y a sus crías conciliar el sueño. Por supuesto, no es del todo inverosímil que en el mundo natural un organismo sea indirectamente provocado por la actividad de otro, mas esta escena se vale de la prosopopeya para conseguir un efecto identificable y humorístico. Es decir, la producción deliberadamente se tomó algunas libertades artísticas en la filmación de esta escena de una forma que trasciende lo verificable y lo racionalmente plausible no para remediar las limitaciones del conocimiento paleontológico, sino simplemente para generar emociones determinadas en el público, por lo que en cierto sentido, bien se podría considerar ficción.
Por otra parte, la especulación, a diferencia de la ficción, consiste en la consideración de posibles escenarios que sí son sustentados por uno o varios hechos o precedentes, que en estos casos usualmente se fundamentan en la biología y otras ciencias naturales. En estos casos, la aplicación de comportamientos o cualidades de animales modernos a animales extintos. Un ejemplo de especulación es representar al Tyrannosaurus como un buen padre, como se ve en uno de los clips recientemente publicados de "Prehistoric Planet", en el que escuchamos a David Attenborough narrar que "el T. rex adulto es el depredador más poderoso de la Tierra, pero hoy sólo está siendo un padre", dejando implícito que el Tyrannosaurus macho cuidaba de sus crías, algo que si bien la paleontología no puede decirnos con certeza, no deja de ser posible, pues se trata de un comportamiento que se puede deducir por lo observado en algunas aves actuales, tales como los emúes y los pájaros carpinteros, por lo que no es descabellado inferir que este también pudo haber sido el caso de algunos dinosaurios no avianos. Esto por supuesto no significa que ese definitivamente haya sido el caso, mas no deja de ser una posibilidad. Es de tener en cuenta sin embargo, que la especulación puede aplicarse en diferentes niveles. A veces puede ser rigurosamente consistente con la evidencia directa o indirecta o bien, con lo que se puede observar actualmente en la naturaleza, mientras que otras puede no serlo tanto. Sin ir más lejos, en el mismo clip de "Prehistoric Planet", se puede apreciar que los Tyrannosaurus juveniles están cubiertos por un integumento filamentoso, del cual carece el adulto, sugiriendo la idea de que los miembros de este género nacían con plumaje y lo iban perdiendo a medida que crecían. Tras que no hay forma de probar que este haya sido el caso, en el mundo actual no encontramos una base analógica sobre la cual cimentar esta idea, pues en el caso de las aves, que son el único grupo animal que presenta plumas, lo que suele ocurrir es que los polluelos mudan el tipo de plumaje con el que nacen, reemplazándolo por uno más apto para las actividades que han de realizar en la adultez. Ninguna especie de ave pierde las plumas a medida que crece. No obstante, sí hay casos en los que algunos animales van perdiendo el integumento filamentoso con el que nacen a medida que se desarrollan, tales como los elefantes. Es posible que los productores del documental se hayan basado en éstos a la hora de representar las diferentes etapas ontogénicas del Tyrannosaurus. El problema de recurrir a los elefantes como punto de partida para especular sobre el integumento del Tyrannosaurus es que los mamíferos y los dinosaurios varían demasiado evolutivamente como para hacer tal analogía, además de que biológicamente, el pelo y las plumas no funcionan de la misma manera. Eso no significa que el escenario visto en el clip sea imposible, mas considerando los conocimientos, precedentes y pruebas disponibles a la fecha, parece poco probable.
Independientemente de qué tan plausible sea el nivel de especulación, ésta puede contribuir a la ruptura de esquemas y visiones usualmente popularizadas gracias en gran medida a la ficción. Por ejemplo, la representación del Tyrannosaurus como un padre atento puede contribuir a contrarrestar la concepción de los dinosaurios carnívoros como asesinos desalmados y crear conciencia de que en realidad, eran más complejos de lo que se suele visualizar al mostrar diferentes facetas de su vida (tal y como las tienen también los depredadores de hoy).
Sin embargo, no por eso deja de ser importante tener en cuenta que la especulación no debe aceptarse como una verdad absoluta, pues a fin de cuentas, sigue tratándose simplemente de inferencias y posibilidades y no de hechos, como pueden hacer creer diversos medios como los documentales al crear la ilusión de certeza. Dicho esto, ¿cómo saber diferenciar la especulación de los hechos? Pues el primer paso es ser críticos. A la hora de apreciar un documental o cualquier otro medio de carácter didáctico relacionado a la vida prehistórica, debemos recordar que se trata de una recreación y como tal, no debe interpretarse como un extracto o un reflejo fiel de la realidad. Es de tener en consideración además que el registro fósil con poca frecuencia tiende a ofrecer respuestas precisas sobre la apariencia externa y el comportamiento de especies extintas, por lo que al ver cómo lucen y el modo en el que se comportan estas versiones recreadas, cabe preguntarnos: ¿Cómo se sabe si realmente ese era el caso y qué se sabe en realidad a raíz del material encontrado? Para responder esta pregunta, lo mejor que podemos hacer es investigar y buscar información por cuenta propia, consultando fuentes más directas, como "papers" de investigación, artículos o libros escritos por los expertos e incluso, a los mismos paleontólogos (hoy más accesibles que nunca gracias a las redes sociales). Con eso dicho, desde luego que podemos disfrutar, apreciar y también aprender de los documentales sobre la vida prehistórica, mas no por eso debemos tratarlos como una fuente de información factual y totalmente verídica.