24 de julio de 2019

¿Qué es el Paleoarte?

Hoy el registro fósil nos revela que una amplia gama de seres vivos habitaron este planeta antes que la raza humana y que la mayoría de estos organismos ya habían dejado de existir desde mucho antes de que ésta llegara a la escena. Sin embargo, aunque ningún ser humano ha podido ver a estos organismos en vida, es bastante común ver representaciones de ellos en diferentes medios que nos permiten imaginar cómo eran y cómo vivían. Esto, gracias a una de las actividades humanas más primordiales: el arte. En este caso, hablamos de una forma de arte específicamente dedicada a traer a esos seres que ya no podemos ver en nuestro mundo de vuelta a la vida... En sentido figurado, claro.

Esta forma de arte recibió el nombre de "Paleoarte" en 1986 por el ilustrador (o bien podríamos decir, paleoartista) Mark Hallet, pero se practica desde mucho antes. Históricamente, las primeras piezas reconocidas de paleoarte se remontan a principios del Siglo XIX.

Esta ilustración del Pterodactylus antiquus por el Prof. Johann Hermann es una de las piezas de paleoarte más antiguas registradas.

Estas primeras representaciones eran consistentes con los conocimientos que se tenían sobre esas criaturas en ese entonces, pero no es ningún secreto que a medida que progresa nuestro entendimiento sobre los organismos prehistóricos y el mundo en el que éstos vivían, también lo hace la manera en que los visualizamos y consiguientemente, las reconstrucciones artísticas que hacemos de ellos. Y es que el paleoarte, como forma de expresión fundamentada en la ciencia, evoluciona con ésta, siendo por tanto de naturaleza retroactiva. Es decir, una pieza de paleoarte representa la visión de un organismo o escenario prehistórico según concebido en el momento histórico en que fue realizada, pudiendo quedar desactualizada a posteriori. Eso sin embargo no significa que las obras antiguas de paleoarte dejen de ser paleoarte y es importante tener en cuenta que una pieza de paleoarte no se debe juzgar por los estándares de una época posterior a aquella en la que fue producida. Al fin y al cabo, sigue teniendo un valor artístico e histórico, actuando como un indicador de cómo cambia y progresa nuestra comprensión del mundo prehistórico con el tiempo y con cada descubrimiento. Asimismo, cabe agregar que las técnicas empleadas en el paleoarte también van ampliándose con las nuevas tecnologías y medios creativos según progresa nuestra sociedad. De hecho, el paleoarte actualmente tiene múltiples facetas y se vale de todas las formas de arte conocidas, desde la ilustración y la escultura tradicional hasta la animación y el modelado digital. Toda representación gráfica que tenga el objetivo de plasmar, simular o representar cómo pudo haber sido la vida prehistórica de acuerdo a la información obtenida de los hallazgos paleontológicos implica la práctica del paleoarte. Considerando esto, Marco Ansón, Manuel Hernández y Pedro A. Saura, de la Universidad Complutense de Madrid definen el paleoarte como cualquier manifestación artística original (es decir, no plagiada) que intente reconstruir o representar la vida prehistórica según el conocimiento actual y la evidencia científica al momento de crear la obra de arte.

Diferentes ejemplos de paleoarte moderno. De arriba hacia abajo: Ilustración por Julius Csotonyi, escultura por Bob Nicholls y modelo digital por Vlad Konstantinov

Es de reconocer por tanto que el paleoarte es circunstancialmente progresivo y como tal, continúa evolucionando en todos sus ámbitos, tanto técnicos como conceptuales. Esto debería dejar claro que el paleoarte, por actualizado que esté, no es 100% preciso y siempre va a seguir evolucionando con las técnicas artísticas emergentes y los nuevos conocimientos paleontológicos, por lo que es igualmente importante tener en cuenta que las obras paleoartísticas no deben considerarse un reflejo exacto de lo que buscan representar, sino ser lo más cercano posible a ello a fin de facilitarnos visualizarlo a falta de poder presenciarlo directamente. Y es que uno de los componentes más importantes del paleoarte es la especulación, por lo que muchos de los aspectos de una reconstrucción paleoartística, tales como el color dado a una criatura determinada, su tipo de integumento y el comportamiento que puedan estar asumiendo suelen ser producto de la imaginación, discreción y creatividad del artista, salvo en unos pocos y excepcionales casos. A fin de cuentas, la única base física que tienen los paleoartistas son los restos de los organismos que pretenden reconstruir (en su mayoría consistentes en huesos y residuos fosilizados) y los estudios científicos realizados sobre éstos. La otra base (que es tan o más importante que la parte física) la conforman la vinculación con el mundo natural de hoy y el uso de la imaginación. Ésta juega un papel muy importante, ya que sin ella, no podríamos si quiera hacernos una idea de cómo habría sido un organismo fósil en vida ni de cómo era el mundo en que vivía. Asimismo, es de tener en cuenta igualmente que a pesar de que el paleoarte se vale de la especulación, no abusa de ella y hay ciertos límites y parámetros que acata. Después de todo, es un tipo de ilustración científica y como tal, no descuida su cimiento en las evidencias pese a su fuerte base especulativa.

Una pareja de Ceratosaurus realiza una especulativa danza de cortejo. Nótese también el dimorfismo sexual, con el macho presentando ornamentos más prominentes que la hembra, lo cual es también de carácter especulativo. Pese a que estos aspectos no han sido científicamente probados, eso no significa que no hubiésemos podido ver una escena como esta hace 150 millones de años. Sólo hay que tener en cuenta que es simplemente una posibilidad.
Arte de Mark Witton

Dicho esto, cabe mencionar que no necesariamente todas las representaciones de organismos prehistóricos son paleoarte. En su contexto más amplio y abarcador, la representación artística de criaturas prehistóricas ha recibido el nombre de "paleoimágenes" (traducido del término en inglés, "paleoimagery"), término acuñado por Allen y Diane Debus. El paleoarte bien podría considerarse un tipo de paleoimagen, pero es importante recordar que también es una rama de la ilustración científica y busca representar criaturas extintas como eran en vida según los conocimientos paleontológicos y esto es lo que lo diferencia de otras formas de paleoimágenes. Es decir, un organismo prehistórico representado de forma caricaturesca, antropomórfica o en el que simplemente se hayan tomado libertades artísticas que trascienden o tergiversan lo que sabemos de él, siendo por tanto discorde a los conocimientos paleontológicos, bien podría considerarse una forma de paleoimagen, pero ya no entraría en la categoría de paleoarte, con algunos conocedores del campo llamando a esta práctica "paleoartismo", término acuñado por Andrea Cau para referirse a toda aquella forma de paleoimágenes que no tiene un fundamento científico.

Las representaciones de dinosaurios deliberadamente hechas de forma inconsistente con lo que revelan los fósiles, como lo son por ejemplo, los dinosaurios de la saga cinematográfica "Jurassic Park", son un tipo de paleoimaginería que cae más en la categoría de "creature design" que de paleoarte propiamente dicho. Sin embargo, esto no hace que deje de ser arte ni es impedimento para que pueda ser apreciado como tal.
Imagen de Universal Pictures

No obstante, también hay que tener en cuenta que el paleoarte, como todo tipo de arte, es una forma de expresión relativa, por lo que, sin dejar de lado sus características y propiedades, se podría decir que hay un elemento de subjetividad a la hora de determinar qué es palearte y qué no lo es. Por ejemplo, hay casos en los que la línea que separa el paleoarte de otras formas de paleoimágenes puede ser muy fina. Tanto, que hay obras que algunos pueden considerar como paleoarte y otros no. Ejemplo de esto es que hay para quien la paleontografía (la reconstrucción o ilustración minuciosa de fósiles) y las reconstrucciones esqueléticas son también un tipo de paleoarte y hay quien los considera una forma separada de paleoimágenes.

Paleontografía de William D. Matthew y reconstrucción esquelética de Scott Hartman de la especie Tyrannosaurus rex

Asimismo, hay que recordar que el palearte tiene el propósito de expresar gráficamente ideas sobre la vida prehistórica con un fundamento científico y hay ocasiones en las que para conseguirlo, conviene desligarse un poco de lo estrictamente factual y dar un paso extra en el apartado creativo. Por ejemplo, cuando se representa a un organismo prehistórico ubicado en un ambiente distinto al que habitó, eso usualmente no se considera paleoarte. Sin embargo, hay casos en los que el propósito de esto es de carácter didáctico, como lo es por ejemplo, establecer una comparación para proveer al espectador una mejor perspectiva en el intento de ayudarlo a comprender el concepto expresado de una forma clara y asimilable, con lo que la obra cumple como un medio de divulgación científica, por lo que en estos casos bien podría considerarse como paleoarte. No obstante, queda a discreción del espectador reconocerlo como tal o no.

Comparación de tamaño del Argentinosaurus huinculensis con un autobús
Arte de Damir G. Martin

Lo mismo ocurre con las producciones audiovisuales, tales como películas, documentales y videojuegos dedicados a explorar y presentar conceptos paleontológicos. Siendo una forma de arte y al mismo tiempo canales comunicativos, las creaciones audiovisuales dedicadas a mostrar cómo era la vida prehistórica pueden ser consideradas como la forma más sofisticada de paleoarte hasta la fecha al ofrecer al espectador la oportunidad de apreciarla de forma dinámica. Sin embargo, es de tener en cuenta que éstas también suelen estar condicionadas por las reglas de oferta y demanda, lo que, en muchas ocasiones, lleva a sacrificar significativamente su grado de concordancia con los conocimientos científicos contemporáneos en pro del elemento apelativo. Es de notar sin embargo que este no siempre es el caso y hay producciones audiovisuales (en su mayoría, sin fines de lucro) genuinamente dirigidas a educar a la audiencia y a dar a conocer el mundo prehistórico como lo concebimos hoy gracias a los avances científicos. Aún así, hay quien, si bien reconoce que el paleoarte constituye una parte esencial de este tipo de producciones, no considera los medios audiovisuales en sí como una forma de paleoarte, así como también hay quien simplemente es selectivo con el tipo de creación audiovisual que podría considerar como un trabajo de paleoarte.

Los documentales sobre la vida prehistórica, como producto del llamado "séptimo arte" y como medio de comunicación didáctico, bien podrían considerarse una forma de paleoarte dependiendo de su manejo de la información y de los estándares del espectador a la hora de reconocer una obra o forma de paleoarte.
Imagen de la BBC

Se puede decir por tanto que el paleoarte puede ser tan inclusivo como exclusivo siempre y cuando se trate de un trabajo original que procure reconstruir o representar aspectos sobre la vida prehistórica de acuerdo con el conocimiento científico y las evidencias disponibles al momento de su creación. Dicho esto, el paleoarte no necesariamente tiene que consistir en una pieza de arte realista bien coloreada y altamente detallada. Si el objetivo de la obra es representar una idea con fundamentos paleontológicos, incluso un boceto abstracto puede ser considerado como paleoarte, más todo depende de qué tan amplio o estricto sea el concepto de paleoarte para el espectador.

Arte de Luis V. Rey

Independientemente de las condiciones de cada cual a la hora de determinar cuáles obras podrían considerarse como paleoarte y cuáles no, lo que sí podríamos decir de forma unánime es que el paleoarte es importante para la divulgación paleontológica, ya que ayuda a crear conciencia de que lo que sólo solemos ver en la forma de huesos fosilizados fueron seres que alguna vez estuvieron vivos y al mismo tiempo, estimula nuestra curiosidad, interés e imaginación al permitirnos visualizar un mundo remoto del cual no tuvimos la gracia de ser testigos y que, irónicamente, es también nuestro propio mundo.

Ya para cerrar, los dejo con este intento de paleoarte realizado por su servidor:

Dejo a ustedes el privilegio de considerarlo como paleoarte o no, pues aunque mi intención fue hacerlo concorde a lo que sabemos de esta especie (Deinocheirus mirificus), lo cierto es que no tuve una guía muy minuciosa y estaba más concentrado en disfrutar el proceso de dibujarlo que en que fuese una reconstrucción rigurosamente precisa, eso aparte de que no soy un artista profesional. Dicho esto, aprovecho la ocasión para decir que agradeceré cualquier crítica que me pueda ayudar a mejorar.

Fuentes:
  1. https://www.nationalgeographic.com/science/2018/11/how-dinosaurs-are-brought-back-to-life-through-art-paleontology/
  2. http://palaeos-blog.blogspot.com/2014/03/paleoarte-la-linea-entre-la-ciencia-y.html
  3. http://palaeos-blog.blogspot.com/2014/07/paleoarte-paleontografia-y-paleoartismo.html
  4. https://www.researchgate.net/publication/275408446_Paleoart_Term_and_Conditions_A_survey_among_paleontologists

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