10 de octubre de 2020

La Compra de Stan y las Implicaciones de que Termine en Manos Privadas

El 5 de octubre de 1905, el paleontólogo Henry Fairfield Osborn describió, sin saberlo, a lo que se convertiría en uno de los dinosaurios más célebres del mundo y lo llamó "Tyrannosaurus rex". Y es que hoy lo vemos prácticamente en todos lados: en los medios, en los juguetes e incluso, en utensilios de cocina podemos ver la cara de un T. rex impresa ocasionalmente. Se podría decir que el T. rex se convirtió en un ícono cultural, lo cual ha resultado ser una navaja de doble filo. Por un lado, esto puede contribuir a que el público se interese por la vida prehistórica, incentivando así la continuación del estudio de los organismos fósiles. Por otro, puede llevar a que muchas personas no lo aprecien como un animal que vivió y respiró en este planeta antes de nuestra llegada, sino como un producto, generando un interés de carácter puramente comercial, lo cual no es malo en esencia, pero puede representar un obstáculo para la paleontología y el estudio de la vida prehistórica. Y eso fue justo lo que ocurrió el pasado 6 de octubre de 2020. Un día después del aniversario 115 de la publicación del primer ejemplar de T. rex descrito, uno de los especímenes más completos, el cual presenta además el cráneo mejor conservado encontrado hasta ahora, fue subastado y comprado por 31.8 millones de dólares, convirtiéndose en el ejemplar fósil más caro comprado en una subasta. Se trata del espécimen BHI 3033, mejor conocido por el apodo de Stan, el cual le fue dado en honor a su descubridor, Stan Sacrison.

Stan en una sala de exhibición en el Christie's Rockefeller Center en la ciudad de Nueva York
Foto de la AFP

Usualmente, la Sociedad de Paleontología de Vertebrados (SVP por sus siglas en inglés) se opone a la subastación de fósiles raros y de gran valor científico, como lo es en este caso, un esqueleto de T. rex bastante completo y bien preservado y más aún, cuando tales especímenes han sido objeto de investigación y de literatura científica publicada, como también ocurre en este caso. Sin embargo, en esta ocasión no hubo alternativa, pues Stan fue subastado por orden judicial luego de que Neal Larson, accionista del Instituto de Black Hills, el cual hasta hace poco albergaba a Stan, terminara su relación con dicha compañía y el tribunal ordenara a la misma subastar al espécimen y pagarle con las ganancias por su participación en la empresa. Ante esto, lo único que pudo hacer la SVP fue solicitar a la casa subastadora responsable de la venta (Christie's Auction House), que restringiera la negociación a compradores asociados a instituciones comprometidas con el cuidado de especímenes fósiles para el bien público. Se desconoce si se hizo caso de esta petición y el comprador de Stan permanece anónimo.

El futuro de Stan actualmente es incierto, pero asumiendo que no sea regresado a una institución científica o a un museo donde se mantenga bajo dominio público y sea accesible para la comunidad científica, lo más probable es que a su comprador no le haya resultado tan costoso como le habrá resultado a la ciencia, la cual habrá perdido a uno de los ejemplares de T. rex más importantes para el estudio no sólo de esta especie en particular, sino también de los dinosaurios (y puede que incluso de otros organismos) a nivel general.

Para empezar, es de tener en cuenta que uno de los pilares de la ciencia es la reproducibilidad de observaciones. Es decir, que una hipótesis u observación científica sólo es válida si se puede replicar. Dicho de otra forma, si un paleontólogo estudia el fósil de un animal y tras analizarlo concluye que éste murió a los 7 años de edad, el fósil debe ser accesible para que otros científicos realicen sus propias pruebas y verifiquen sus resultados o bien, los corrijan o actualicen. Esto minimiza los errores, posibles sesgos de confirmación (que más bien son material de teorías conspirativas) e incluso fraudes potenciales. Si el fósil deja de ser accesible a otros científicos, los estudios realizados a priori no pueden ser verificados y se corre el riesgo de que la información obtenida subsiguientemente pueda estar errada o sea fraudulenta. Esto es lo que ocurriría con Stan si termina en manos privadas.

Por otra parte, si bien es cierto que no todo estaría perdido y que aún contamos con réplicas de Stan y con información ya obtenida del espécimen que puede ser útil para estudiar aspectos de su anatomía o producir modelos biomecánicos o digitales con el fin poner a prueba determinadas hipótesis, si el ejemplar termina en manos privadas será muy difícil (por no decir "imposible") realizar estudios osteológicos o que requieran analizar el material de primera mano, lo que a su vez implica que a medida que surjan nuevos métodos y técnicas aplicables al estudio de los fósiles, el espécimen no pueda ser examinado mediante los mismos, por lo que una parte significativa de la información sobre éste permanecería desactualizada. Asimismo, es de considerar el hecho de que el que la comunidad científica tenga acceso a varios especímenes de una misma especie y sobre todo, a aquellos que están en un buen estado de preservación, es crucial para comprenderla mejor, pues ayuda por ejemplo a identificar y entender elementos asociables a diversos factores, como por ejemplo, variaciones individuales, posibles indicios de dimorfismo sexual, rasgos relacionados a la edad o etapa de desarrollo, características comunes de la especie, etc. En el caso de Stan, se trata del ejemplar de Tyrannosaurus rex con el cráneo mejor preservado conocido a la fecha. Dado que el cráneo es posiblemente la pieza que más información puede ofrecer sobre un organismo fósil, de no ser accesible para su estudio, se podría perder información valiosa o que bien, podría no obtenerse de otros especímenes (o al menos, no como se podría obtener de Stan dado su nivel de conservación). A su vez, esta falta de accesibilidad puede poner límites a la hora de intentar comprender mejor la biología de los dinosaurios (y otros organismos) en general al limitar el muestreo de ejemplares con características particulares y necesarias para analizar cómo se relacionan con las de otros géneros.

Pero, ¿estaría Stan realmente perdido de quedar para siempre en manos privadas?

Pues depende. Tal vez termine siendo exhibido en un centro comercial o en la sala de una mansión. Es de tener en cuenta sin embargo, que si bien los museos e instituciones científicas tienen el deber de emplear medidas para propiciar el cuidado y mantenimiento del material en sus colecciones para la posteridad, los propietarios privados no lo tienen. De modo que el fósil podría no recibir el tratamiento apropiado e ir deteriorándose por no ser cuidado de manera adecuada o bien, ser revendido en partes, con lo que unas piezas podrían terminar en China, otras en Arabia Saudita, etc. Inclusive podría darse el caso de que termine siendo destruido parcial o totalmente de manera intencional para ser utilizado en piezas de joyería o algo por el estilo. De todos modos, lo más probable es que termine siendo inaccesible para el mundo científico a no ser que sea donado de vuelta. Dicho esto, sólo queda esperar a ver si el nuevo propietario de Stan es una entidad cuyos valores y principios están en sintonía con la ciencia y la educación.

Pero esta historia no es sólo de Stan. Es de todos los fósiles que comparten este destino con él, pues si bien Stan ha sido el más caro vendido a la fecha, no es sino el último en una larga serie de fósiles valiosos potencialmente perdidos para la ciencia y el hecho de que haya sido vendido por una cantidad tan exorbitante tiene potencial de sobra para incentivar la continuación de esta tendencia. Por tal razón es imperativo que las sociedades aboguen por medidas y legislaciones para ayudar a preservar los fósiles para su conservación y estudio científico y para restringir su venta a aquellos ejemplares aprobados por instituciones científicas para su comercialización. Pero esto es tela para otra entrada.

Referencias:

  1. https://drive.google.com/file/d/1wZ67r9mWQNZKM7mleGqmlsaXsBS9xyOu/view 
  2. https://www.livescience.com/stan-tyrnanosaurus-rex-dinosaur-auction.html 
  3. https://www.nbcnews.com/think/opinion/stan-t-rex-auction-sale-31-8-million-sets-record-ncna1242410
  4. http://tyrannosauroideacentral.blogspot.com/2020/10/the-disaster-of-our-own-making.html 
  5. http://vertpaleo.org/GlobalPDFS/SVP-letter-to-Christies-Auction-House.aspx
*Actualización (03/25/2022): En un giro afortunado para la comunidad paleontológica, el pasado 23 de marzo de 2022 se reportó que el nuevo propietario de Stan será el Museo de Historia Natural de Abu Dhabi, el cual actualmente está en construcción en los Emiratos Árabes Unidos y planea abrir sus puertas al público en 2025, por lo que se espera que el ejemplar vuelva a ser accesible para la investigación científica y el disfrute y educación del público general en el futuro cercano.

Fuente: https://www.nationalgeographic.com/science/article/stan-the-t-rex-found-worlds-most-expensive-fossil-finds-home-in-a-new-museum

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