7 de mayo de 2022

Las Falsas Certezas de los Documentales de Dinosaurios

Si es un dinofriki como yo, lo más probable es que ya esté enterado del próximo estreno del documental "Prehistoric Planet" el próximo 23 de mayo en Apple TV+ y que haya visto los videos lanzados como parte de la campaña publicitaria de esta nueva serie. Dado que otros dinofrikis ya han estando cubriendo el material promocional de la serie en las redes sociales (especialmente, en YouTube), no veo necesidad de simplemente hacer un análisis de dicho material aquí. Sin embargo, en anticipación al estreno de esta serie, sí discutiremos varias cosas que se pueden apreciar en el material publicitario, pero en lugar de centrarnos exclusivamente en ello, hablaremos del formato divulgativo de los documentales tematizados en dinosaurios en general, haciendo énfasis particularmente en la forma en que los mismos transmiten la información paleontológica y su rigurosidad a la hora de diferenciar lo que es un hecho de lo que no necesariamente lo es.

Una familia de Tyrannosaurus nadando en una de las imágenes promocionales de "Prehistoric Planet", una posibilidad sobre la cual, como veremos más adelante, podemos especular sin dejar de dar espacio a un grado razonable de duda.
Imagen de Apple TV+

Y es que, como hemos visto en otras entradas de este blog, tales como las de la serie "Errores en Documentales", no todo lo que vemos en estos medios es totalmente factual y de hecho, rara vez lo es. Esto se debe a varias razones. Una de ellas es que la paleontología, como toda ciencia, es versátil y progresiva, por lo que los conocimientos que podemos obtener de ella bien pueden estar sujetos a revisiones, con nuevos descubrimientos pudiendo reemplazar nociones previas. Por ejemplo, cuando se estrenó "Walking with Dinosaurs" a finales de la década de 1990, ya se sabía que los dromeosaurios, como el Utahraptor estaban emparentados con las aves, pero la idea de que tuviesen plumas no era tan comúnmente aceptada ni siquiera en la comunidad científica, salvo por algunas excepciones, ya que no había evidencia directa que así lo probara (en ese entonces sólo había evidencia indirecta que permitía teorizarlo), razón por la que el Utahraptor fue representado con un cuerpo cubierto de escamas de un modo no muy diferente a la mayoría de los otros dinosaurios vistos en la serie. Hoy sabemos que probablemente todos los dromeosaurios tenían una cobertura de plumaje no muy diferente a la de las aves modernas y que al igual que éstas, dicha familia era ancestralmente emplumada. Adicionalmente, para cuando se produjo la serie, no contábamos con el material fósil de Utaharaptor con el que contamos hoy, por lo que su diseño para el documental estuvo basado en material de algunos de sus parientes más próximos, tales como el Deinonychus, por lo que presenta una complexión más grácil y un cráneo más fino de lo que hoy sabemos que tenía en realidad. De modo que hoy en día, el diseño del Utahraptor y de los demás dromeosaurios de la serie "Walking with Dinosaurs" está desactualizado. Eso sin embargo, no significa que fuese bastante decente para la época en que el documental fue lanzado.

Arriba: Utahraptor como aparece en "Walking with Dinosaurs". Imagen de la BBC
Abajo: Reconstrucción artística del Utahraptor de acuerdo a lo que conocemos hoy. Arte de Frederic Wierum

Por otra parte y posiblemente la razón principal por la que los documentales suelen presentar información que no siempre es factual es debido a que la paleontología con poca frecuencia suele ofrecer respuestas absolutas. Por ejemplo, en 2008 se identificó una espina neural referida a Spinosaurus, la cual evidentemente sufrió una ruptura. Es un hecho que la espina fue dañada, pero las causas sólo se pueden inferir, por lo que ya no caen en la categoría de hechos. En el documental "Planet Dinosaur" de 2011 se hace referencia a este hallazgo y el narrador recita que se ha sugerido que el daño pudo haber sido producido por la mordida de otro dinosaurio carnívoro, mientras la narrativa visual así lo muestra en una secuencia en la que vemos cómo la espina neural es arrancada por un Carcharodontosaurus en una pelea. No obstante, si bien es cierto que se ha sugerido que ese pudo haber sido el caso, de momento no hay forma de probarlo con certeza y hay mucha cabida para la posibilidad de que la vértebra haya sido rota por otras causas. Adicionalmente, aún en el caso de que haya sido arrancada por otro dinosaurio, no necesariamente tuvo que ser en una pelea, como se muestra en el documental, sino que la ruptura bien pudo haber ocurrido cuando el animal ya estaba muerto. Sin embargo, es comprensible que la producción viera más viable inclinarse por la posibilidad que resultara más llamativa y emocionante para el público. Al final del día, en un documental de naturaleza en el que se pretende contar una historia y mantener una narrativa fluida, uniforme y visualmente consistente, la información ha de presentarse de manera factual, ya que de lo contrario, se rompería la estructura narrativa y sería imposible contar una historia lineal, con lo que a su vez, se perdería la ilusión de realismo. Es decir, en este caso, no tendría mucho sentido que el narrador dijera algo como: "Algunos paleontólogos piensan que la espina neural fue arrancada en una pelea contra otro depredador como el Carcharodontosaurus, aunque otros piensan que el daño pudo haber sido ocasionado luego de que el Spinosaurus murió." ni que se muestren ambos escenarios en pantalla, especialmente cuando la narración supuestamente está ocurriendo en el momento en el que transcurre la escena. Y es que en este formato no hay espacio para explorar todas las posibilidades, especialmente cuando una contrasta con otra, por lo que usualmente se termina decantándose por la que los asesores entiendan que es más viable o bien, por la que los ejecutivos consideren más rentable.

Esto nos lleva a la herramienta principal a la que se recurre a la hora de recrear estos escenarios sin dejar de contar una historia lineal cuando la evidencia disponible no es suficiente para ensamblar el rompecabezas completo: la especulación. La especulación juega un papel importante a la hora de reconstruir el mundo prehistórico, ya que ninguno de nosotros estuvo ahí para verlo tal y como era, de modo que siempre es necesario un poco de imaginación para rellenar los huecos que no se pueden llenar con evidencia, especialmente cuando se pretende representarlo a través de medios artísticos, tales como la filmación. En el contexto paleontológico, se suele aplicar la especulación en ámbitos que van más allá de lo que se puede observar o estudiar de manera experimental, como por ejemplo, lo referente al comportamiento de animales extintos. Dado que ningún ser humano pudo presenciar la vida de los dinosaurios en el Mesozoico, no podemos decir con exactitud cómo era su comportamiento, aunque sí podemos hacer conjeturas a partir de lo que observamos en el mundo actual, lo cual se hace con frecuencia, especialmente a la hora de representarlos en medios audiovisuales de carácter didáctico. De hecho, todas las producciones tematizadas en dinosaurios filmadas en un estilo de documental de naturaleza se valen de la especulación para contar las historias que pretenden contar debido a la necesidad de plasmar una imagen lo más completa posible de las circunstancias en las que se desarrollan dichas historias, para lo cual deben rellenar los huecos que no se pueden cubrir con la evidencia paleontológica disponible. De ahí que veamos cómo el Triceratops macho entra en un estado similar al "must", durante el cual su gola cambia de color en "Prehistoric Park", cómo un pterosaurio realiza un viaje migratorio de un continente a otro en "Walking with Dinosaurs" o cómo los saurópodos inflan sacos de aire en su cuello como un mecanismo de comunicación visual en "Prehistoric Planet", por mencionar algunos ejemplos. Ninguno de estos escenarios está basado en evidencia paleontológica y aunque se plasmen de manera gráfica en un medio didáctico para representar un concepto determinado de manera visual, no necesariamente son una representación fiel de la realidad.

Un saurópodo titanosauriano infla sacos aéreos en los costados de la parte inferior de su cuello como un mecanismo de comunicación visual similar al de algunas aves modernas en uno de los avances de "Prehistoric Planet".
Imagen de Apple TV+

Es de tener en consideración sin embargo, que la especulación en este caso no necesariamente actúa como un sinónimo de ficción y no se debe confundir una con la otra. La ficción suele ser simplemente una manifestación de la imaginación humana con poca o ninguna influencia de la realidad, valiéndose por el contrario de la toma de libertades artísticas. Ejemplo de esto es la representación de los pterosaurios agarrando presas potenciales con sus extremidades posteriores como las aves de rapiña modernas, pues su osteología indica que los dedos de sus patas no estaban adaptados para eso y que su cuerpo no estaba diseñado para levantar un peso extra con sus patas, por lo que la idea de pterosaurios cargando a sus presas en sus extremidades posteriores hasta su nido no tiene bases en la realidad, sino que es puramente ficción.

En películas de ficción como las de Jurassic Park se suelen ver pterosaurios agarrando a sus presas con sus extremidades posteriores, algo que es muy poco probable que estos animales pudiesen hacer en realidad.
Imagen de Universal Pictures

Quizá un caso más relevante para este tema es la adjudicación de cualidades o comportamientos humanísticos o caricaturescos a otras especies animales, algo que aunque usualmente es implementado en trabajos puramente de ficción, también lo suele ser ocasionalmente en documentales, siendo un ejemplo bastante notorio la miniserie "Dinosaur Revolution", donde podemos ver por ejemplo, cómo en uno de sus episodios, un pequeño terópodo corre erráticamente de un lado a otro por un breve período tras ser decapitado por una madre Allosaurus debido a que su presunta llamada de apareamiento le impedía a ésta y a sus crías conciliar el sueño. Por supuesto, no es del todo inverosímil que en el mundo natural un organismo sea indirectamente provocado por la actividad de otro, mas esta escena se vale de la prosopopeya para conseguir un efecto identificable y humorístico. Es decir, la producción deliberadamente se tomó algunas libertades artísticas en la filmación de esta escena de una forma que trasciende lo verificable y lo racionalmente plausible no para remediar las limitaciones del conocimiento paleontológico, sino simplemente para generar emociones determinadas en el público, por lo que en cierto sentido, bien se podría considerar ficción.

Clip de "Dinosaur Revolution" en el que se puede apreciar el escenario ficticio arriba descrito.
Video extraído del canal de YouTube de Discovery Channel

Por otra parte, la especulación, a diferencia de la ficción, consiste en la consideración de posibles escenarios que sí son sustentados por uno o varios hechos o precedentes, que en estos casos usualmente se fundamentan en la biología y otras ciencias naturales. En estos casos, la aplicación de comportamientos o cualidades de animales modernos a animales extintos. Un ejemplo de especulación es representar al Tyrannosaurus como un buen padre, como se ve en uno de los clips recientemente publicados de "Prehistoric Planet", en el que escuchamos a David Attenborough narrar que "el T. rex adulto es el depredador más poderoso de la Tierra, pero hoy sólo está siendo un padre", dejando implícito que el Tyrannosaurus macho cuidaba de sus crías, algo que si bien la paleontología no puede decirnos con certeza, no deja de ser posible, pues se trata de un comportamiento que se puede deducir por lo observado en algunas aves actuales, tales como los emúes y los pájaros carpinteros, por lo que no es descabellado inferir que este también pudo haber sido el caso de algunos dinosaurios no avianos. Esto por supuesto no significa que ese definitivamente haya sido el caso, mas no deja de ser una posibilidad. Es de tener en cuenta sin embargo, que la especulación puede aplicarse en diferentes niveles. A veces puede ser rigurosamente consistente con la evidencia directa o indirecta o bien, con lo que se puede observar actualmente en la naturaleza, mientras que otras puede no serlo tanto. Sin ir más lejos, en el mismo clip de "Prehistoric Planet", se puede apreciar que los Tyrannosaurus juveniles están cubiertos por un integumento filamentoso, del cual carece el adulto, sugiriendo la idea de que los miembros de este género nacían con plumaje y lo iban perdiendo a medida que crecían. Tras que no hay forma de probar que este haya sido el caso, en el mundo actual no encontramos una base analógica sobre la cual cimentar esta idea, pues en el caso de las aves, que son el único grupo animal que presenta plumas, lo que suele ocurrir es que los polluelos mudan el tipo de plumaje con el que nacen, reemplazándolo por uno más apto para las actividades que han de realizar en la adultez. Ninguna especie de ave pierde las plumas a medida que crece. No obstante, sí hay casos en los que algunos animales van perdiendo el integumento filamentoso con el que nacen a medida que se desarrollan, tales como los elefantes. Es posible que los productores del documental se hayan basado en éstos a la hora de representar las diferentes etapas ontogénicas del Tyrannosaurus. El problema de recurrir a los elefantes como punto de partida para especular sobre el integumento del Tyrannosaurus es que los mamíferos y los dinosaurios varían demasiado evolutivamente como para hacer tal analogía, además de que biológicamente, el pelo y las plumas no funcionan de la misma manera. Eso no significa que el escenario visto en el clip sea imposible, mas considerando los conocimientos, precedentes y pruebas disponibles a la fecha, parece poco probable.

Un Tyrannosaurus adulto acaricia a su cría en uno de los avances de "Prehistoric Planet".
Imagen de Apple TV+

Independientemente de qué tan plausible sea el nivel de especulación, ésta puede contribuir a la ruptura de esquemas y visiones usualmente popularizadas gracias en gran medida a la ficción. Por ejemplo, la representación del Tyrannosaurus como un padre atento puede contribuir a contrarrestar la concepción de los dinosaurios carnívoros como asesinos desalmados y crear conciencia de que en realidad, eran más complejos de lo que se suele visualizar al mostrar diferentes facetas de su vida (tal y como las tienen también los depredadores de hoy).

Sin embargo, no por eso deja de ser importante tener en cuenta que la especulación no debe aceptarse como una verdad absoluta, pues a fin de cuentas, sigue tratándose simplemente de inferencias y posibilidades y no de hechos, como pueden hacer creer diversos medios como los documentales al crear la ilusión de certeza. Dicho esto, ¿cómo saber diferenciar la especulación de los hechos? Pues el primer paso es ser críticos. A la hora de apreciar un documental o cualquier otro medio de carácter didáctico relacionado a la vida prehistórica, debemos recordar que se trata de una recreación y como tal, no debe interpretarse como un extracto o un reflejo fiel de la realidad. Es de tener en consideración además que el registro fósil con poca frecuencia tiende a ofrecer respuestas precisas sobre la apariencia externa y el comportamiento de especies extintas, por lo que al ver cómo lucen y el modo en el que se comportan estas versiones recreadas, cabe preguntarnos: ¿Cómo se sabe si realmente ese era el caso y qué se sabe en realidad a raíz del material encontrado? Para responder esta pregunta, lo mejor que podemos hacer es investigar y buscar información por cuenta propia, consultando fuentes más directas, como "papers" de investigación, artículos o libros escritos por los expertos e incluso, a los mismos paleontólogos (hoy más accesibles que nunca gracias a las redes sociales). Con eso dicho, desde luego que podemos disfrutar, apreciar y también aprender de los documentales sobre la vida prehistórica, mas no por eso debemos tratarlos como una fuente de información factual y totalmente verídica.

Referencia:
https://palaeos-blog.blogspot.com/2016/02/el-documental-como-fuente-cientifica.html