10 de octubre de 2020

La Compra de Stan y las Implicaciones de que Termine en Manos Privadas

El 5 de octubre de 1905, el paleontólogo Henry Fairfield Osborn describió, sin saberlo, a lo que se convertiría en uno de los dinosaurios más célebres del mundo y lo llamó "Tyrannosaurus rex". Y es que hoy lo vemos prácticamente en todos lados: en los medios, en los juguetes e incluso, en utensilios de cocina podemos ver la cara de un T. rex impresa ocasionalmente. Se podría decir que el T. rex se convirtió en un ícono cultural, lo cual ha resultado ser una navaja de doble filo. Por un lado, esto puede contribuir a que el público se interese por la vida prehistórica, incentivando así la continuación del estudio de los organismos fósiles. Por otro, puede llevar a que muchas personas no lo aprecien como un animal que vivió y respiró en este planeta antes de nuestra llegada, sino como un producto, generando un interés de carácter puramente comercial, lo cual no es malo en esencia, pero puede representar un obstáculo para la paleontología y el estudio de la vida prehistórica. Y eso fue justo lo que ocurrió el pasado 6 de octubre de 2020. Un día después del aniversario 115 de la publicación del primer ejemplar de T. rex descrito, uno de los especímenes más completos, el cual presenta además el cráneo mejor conservado encontrado hasta ahora, fue subastado y comprado por 31.8 millones de dólares, convirtiéndose en el ejemplar fósil más caro comprado en una subasta. Se trata del espécimen BHI 3033, mejor conocido por el apodo de Stan, el cual le fue dado en honor a su descubridor, Stan Sacrison.

Stan en una sala de exhibición en el Christie's Rockefeller Center en la ciudad de Nueva York
Foto de la AFP

Usualmente, la Sociedad de Paleontología de Vertebrados (SVP por sus siglas en inglés) se opone a la subastación de fósiles raros y de gran valor científico, como lo es en este caso, un esqueleto de T. rex bastante completo y bien preservado y más aún, cuando tales especímenes han sido objeto de investigación y de literatura científica publicada, como también ocurre en este caso. Sin embargo, en esta ocasión no hubo alternativa, pues Stan fue subastado por orden judicial luego de que Neal Larson, accionista del Instituto de Black Hills, el cual hasta hace poco albergaba a Stan, terminara su relación con dicha compañía y el tribunal ordenara a la misma subastar al espécimen y pagarle con las ganancias por su participación en la empresa. Ante esto, lo único que pudo hacer la SVP fue solicitar a la casa subastadora responsable de la venta (Christie's Auction House), que restringiera la negociación a compradores asociados a instituciones comprometidas con el cuidado de especímenes fósiles para el bien público. Se desconoce si se hizo caso de esta petición y el comprador de Stan permanece anónimo.

El futuro de Stan actualmente es incierto, pero asumiendo que no sea regresado a una institución científica o a un museo donde se mantenga bajo dominio público y sea accesible para la comunidad científica, lo más probable es que a su comprador no le haya resultado tan costoso como le habrá resultado a la ciencia, la cual habrá perdido a uno de los ejemplares de T. rex más importantes para el estudio no sólo de esta especie en particular, sino también de los dinosaurios (y puede que incluso de otros organismos) a nivel general.

Para empezar, es de tener en cuenta que uno de los pilares de la ciencia es la reproducibilidad de observaciones. Es decir, que una hipótesis u observación científica sólo es válida si se puede replicar. Dicho de otra forma, si un paleontólogo estudia el fósil de un animal y tras analizarlo concluye que éste murió a los 7 años de edad, el fósil debe ser accesible para que otros científicos realicen sus propias pruebas y verifiquen sus resultados o bien, los corrijan o actualicen. Esto minimiza los errores, posibles sesgos de confirmación (que más bien son material de teorías conspirativas) e incluso fraudes potenciales. Si el fósil deja de ser accesible a otros científicos, los estudios realizados a priori no pueden ser verificados y se corre el riesgo de que la información obtenida subsiguientemente pueda estar errada o sea fraudulenta. Esto es lo que ocurriría con Stan si termina en manos privadas.

Por otra parte, si bien es cierto que no todo estaría perdido y que aún contamos con réplicas de Stan y con información ya obtenida del espécimen que puede ser útil para estudiar aspectos de su anatomía o producir modelos biomecánicos o digitales con el fin poner a prueba determinadas hipótesis, si el ejemplar termina en manos privadas será muy difícil (por no decir "imposible") realizar estudios osteológicos o que requieran analizar el material de primera mano, lo que a su vez implica que a medida que surjan nuevos métodos y técnicas aplicables al estudio de los fósiles, el espécimen no pueda ser examinado mediante los mismos, por lo que una parte significativa de la información sobre éste permanecería desactualizada. Asimismo, es de considerar el hecho de que el que la comunidad científica tenga acceso a varios especímenes de una misma especie y sobre todo, a aquellos que están en un buen estado de preservación, es crucial para comprenderla mejor, pues ayuda por ejemplo a identificar y entender elementos asociables a diversos factores, como por ejemplo, variaciones individuales, posibles indicios de dimorfismo sexual, rasgos relacionados a la edad o etapa de desarrollo, características comunes de la especie, etc. En el caso de Stan, se trata del ejemplar de Tyrannosaurus rex con el cráneo mejor preservado conocido a la fecha. Dado que el cráneo es posiblemente la pieza que más información puede ofrecer sobre un organismo fósil, de no ser accesible para su estudio, se podría perder información valiosa o que bien, podría no obtenerse de otros especímenes (o al menos, no como se podría obtener de Stan dado su nivel de conservación). A su vez, esta falta de accesibilidad puede poner límites a la hora de intentar comprender mejor la biología de los dinosaurios (y otros organismos) en general al limitar el muestreo de ejemplares con características particulares y necesarias para analizar cómo se relacionan con las de otros géneros.

Pero, ¿estaría Stan realmente perdido de quedar para siempre en manos privadas?

Pues depende. Tal vez termine siendo exhibido en un centro comercial o en la sala de una mansión. Es de tener en cuenta sin embargo, que si bien los museos e instituciones científicas tienen el deber de emplear medidas para propiciar el cuidado y mantenimiento del material en sus colecciones para la posteridad, los propietarios privados no lo tienen. De modo que el fósil podría no recibir el tratamiento apropiado e ir deteriorándose por no ser cuidado de manera adecuada o bien, ser revendido en partes, con lo que unas piezas podrían terminar en China, otras en Arabia Saudita, etc. Inclusive podría darse el caso de que termine siendo destruido parcial o totalmente de manera intencional para ser utilizado en piezas de joyería o algo por el estilo. De todos modos, lo más probable es que termine siendo inaccesible para el mundo científico a no ser que sea donado de vuelta. Dicho esto, sólo queda esperar a ver si el nuevo propietario de Stan es una entidad cuyos valores y principios están en sintonía con la ciencia y la educación.

Pero esta historia no es sólo de Stan. Es de todos los fósiles que comparten este destino con él, pues si bien Stan ha sido el más caro vendido a la fecha, no es sino el último en una larga serie de fósiles valiosos potencialmente perdidos para la ciencia y el hecho de que haya sido vendido por una cantidad tan exorbitante tiene potencial de sobra para incentivar la continuación de esta tendencia. Por tal razón es imperativo que las sociedades aboguen por medidas y legislaciones para ayudar a preservar los fósiles para su conservación y estudio científico y para restringir su venta a aquellos ejemplares aprobados por instituciones científicas para su comercialización. Pero esto es tela para otra entrada.

Referencias:

  1. https://drive.google.com/file/d/1wZ67r9mWQNZKM7mleGqmlsaXsBS9xyOu/view 
  2. https://www.livescience.com/stan-tyrnanosaurus-rex-dinosaur-auction.html 
  3. https://www.nbcnews.com/think/opinion/stan-t-rex-auction-sale-31-8-million-sets-record-ncna1242410
  4. http://tyrannosauroideacentral.blogspot.com/2020/10/the-disaster-of-our-own-making.html 
  5. http://vertpaleo.org/GlobalPDFS/SVP-letter-to-Christies-Auction-House.aspx
*Actualización (03/25/2022): En un giro afortunado para la comunidad paleontológica, el pasado 23 de marzo de 2022 se reportó que el nuevo propietario de Stan será el Museo de Historia Natural de Abu Dhabi, el cual actualmente está en construcción en los Emiratos Árabes Unidos y planea abrir sus puertas al público en 2025, por lo que se espera que el ejemplar vuelva a ser accesible para la investigación científica y el disfrute y educación del público general en el futuro cercano.

Fuente: https://www.nationalgeographic.com/science/article/stan-the-t-rex-found-worlds-most-expensive-fossil-finds-home-in-a-new-museum

4 de octubre de 2020

Dinosaurios Fantásticos y Dónde Encontrarlos - Parte 5: Formación Nemegt

En la entrada anterior de esta serie, vimos la formación Wessex en el Reino Unido, cuyas rocas datan de principios del Cretáceo. Esta vez, toca adelantarnos varios millones de años hasta finales de dicho período, cuando los dinosaurios alcanzaron lo que podría considerarse el culmen de su reinado como el grupo dominante en tierra. Para eso, exploraremos lo que hoy es la formación Nemegt de Mongolia, la cual data de alrededor de 70 millones de años de antigüedad. Análisis estratigráficos y de la paleoflora indican que esta región entonces disfrutaba de un clima cálido y húmedo, constando de un ambiente boscoso donde predominaban las coníferas y que contaba con múltiples cuerpos de agua dulce. Esta formación ha demostrado ser un rico yacimiento fosilífero, lo cual tiene sus ventajas y desventajas, pues si bien esto supone una importante fuente de material de estudio para la paleontología, también atrae a comerciantes y excavadores furtivos que extraen los fósiles ilegalmente para venderlos en muchas ocasiones de manera clandestina en el mercado negro, lo que ha implicado la pérdida de numerosos ejemplares para la ciencia, ya que algunos suelen terminar destruidos, otros extraviados y otros en manos de coleccionistas privados donde no pueden ser estudiados, ya sea por falta de accesibilidad o por pérdida de elementos clave para su análisis (nótese por ejemplo, el caso del Raptorex más abajo en esta entrada). Entre los dinosaurios que podemos encontrar en esta formación están:

Adasaurus

Arte de Jonathan Kuo

Un dromeosáurido de pequeño tamaño conocido por la parte posterior del cráneo y varios huesos postcraneales. Probablemente cazaba animales de menor tamaño.

Alioramus

Arte de Zhao Chuang

Un tiranosáurido de pequeño tamaño (aunque es de tener en cuenta que los especímenes recuperados hasta ahora parecen tratarse de fósiles de individuos subadultos) conocido por bastante material del cráneo, aunque poco del resto del esqueleto. Se caracteriza por presentar un hocico bastante alargado en comparación con el de otros tiranosaurios en el que resalta una cresta conformada por cinco protuberancias óseas sobre los huesos nasales. Probablemente cazaba animales similares en tamaño. Se ha teorizado que podría tratarse de una etapa ontogénica de un tiranosáurido de mayor tamaño, aunque recientemente el hallazgo de otros tiranosaurios con características similares ha reforzado la idea de que es un género válido.

Anserimimus

Arte de Dmitry Tokalchik

Un ornitomímido de mediano tamaño conocido por material postcraneal. Se caracteriza por poseer huesos fuertes en sus extremidades con relación a otros ornitomimosaurios de su tamaño pese a tener una contextura relativamente esbelta. Es probable que fuese omnívoro.

Avimimus

Arte de ZEGH8578 de Deviantart

Un ovirraptorosaurio pequeño conocido por múltiples ejemplares. Los huesos de sus brazos presentan estructuras identificadas como puntos de inserción de plumas (lo que en inglés se conoce como "quill knobs"), sugiriendo la presencia de alas formadas por plumas no muy diferentes a las de las aves modernas. No obstante, no hay pruebas de que dichas alas fuesen aptas para levantar el vuelo y actualmente esta idea se considera poco probable. Por otra parte, los huesos de sus patas traseras estaban configurados de una manera similar a los de algunas aves corredoras de hoy, sugiriendo que estaba adaptado para desplazarse rápidamente en tierra. Su alimentación es difícil de deducir, habiendo quien sugiere que pudo haber sido herbívoro o insectívoro, mas la mayoría de los expertos teoriza que pudo haber sido omnívoro.

Bagaraatan

Imagen extraída de expeditiondiscoveryguild.blogspot.com

Un terópodo coelurosauriano de afinidades inciertas conocido por algunas vértebras caudales (de la cola), huesos de las patas traseras y de la pelvis y parte de una mandíbula inferior. El material encontrado hasta ahora indica que era relativamente pequeño, mas es posible que esto se deba a que los huesos sean de un animal que murió antes de alcanzar su tamaño adulto. Algunos paleontólogos consideran que pudo haberse tratado de un tiranosauroide, mientras que otros sostienen que pudo haber sido un maniraptor, habiendo quien da el paso extra de asignarlo a la familia de los troodóntidos. Lo que sí se sabe, sin embargo, es que era un terópodo carnívoro.

Barsboldia

Arte de Jack Wood

Un hadrosaurio relativamente grande conocido por algunas vértebras y huesos de las caderas, pubis y patas traseras. Pese a que el material encontrado no ha permitido determinar sus afinidades de manera precisa, algunas de sus características, tales como la elevación de las vértebras sacras, sugieren que se trataba de un saurolofino, lo cual también es sustentado por la paleoecología local. Probablemente se alimentaba de arbustos y vegetación baja, así como de árboles de mediana altura.

Borogovia

Arte de Andrey Atuchin

Un troodóntido de pequeño tamaño conocido por huesos de las patas traseras. A diferencia de otros troodóntidos, la garra en el segundo dedo de sus patas traseras no tenía forma de hoz, como suele ser típico en los deinonicosaurios, sino que era más corta y aplanada que en otros miembros del grupo. Se ha especulado que esto pudo haber sido una adaptación para compensar la falta de fuerza del tercer dedo, cuya contextura era más fina que la del segundo y la del cuarto dedo. No obstante, los huesos del segundo dedo eran más robustos que los del tercer y cuarto dedo y la garra era notablemente más larga que las de los otros dedos. Es probable que, como otros troodóntidos, el Borogovia cazara animales de menor tamaño.

Brodavis

Arte de Scott Reid

Un ave hesperornitoforme conocida por restos parciales encontrados en formaciones de Asia y Norteamérica, indicando que se trata de un género transcontinental. En el caso del material encontrado en la formación Nemegt, sólo es conocida por huesos de una de las patas traseras. Resalta por ser la primera hesperornitoforme de la que se conoce que subsistía en torno a cuerpos de agua dulce (la mayoría lo hacía en torno a cuerpos de agua salada). Debido a que sus huesos no son tan densos como los de otros miembros del grupo, se ha sugerido que pudo haber tenido cierta capacidad de vuelo, mas de momento no ha sido posible probarlo. Probablemente vivía cerca de las costas de lagos y estanques naturales y se alimentaba de peces, crustáceos y otros animales acuáticos de menor tamaño.

Deinocheirus

Arte de Max Bellomio

Un ornitomimosaurio de gran tamaño (siendo de hecho, el ornitomimosaurio más grande encontrado a la fecha) conocido por esqueletos parciales de varios ejemplares que en conjunto conforman casi la totalidad del esqueleto. Inicialmente, sólo se conocían los huesos de sus extremidades delanteras y eso fue todo con lo que se contó por alrededor de medio siglo hasta que nuevos fósiles fueron recuperados de expediciones subsiguientes a la formación Nemegt y de entidades que los adquirieron y los donaron a la ciencia luego de que fuesen vendidos en el mercado negro. El extremo de su cola presentaba lo que parece ser un pigóstilo (una estructura común en la cola de las aves, la cual está formada por la fusión de vértebras y ayuda a dar soporte a los músculos y plumas de la cola) parecido al de las aves modernas, lo que sugiere que el animal tenía una especie de "abanico" de plumas al final de su cola y por consiguiente, que debió tener una cobertura de plumaje al menos, en parte de su cuerpo. Resalta además por presentar características inusuales en los ornitomimosaurios, tales como una complexión corporal robusta y maciza, espinas neurales en su lomo que parecían sostener una vela o joroba y un cráneo relativamente alargado con un pico parecido al de un pato. La forma del pico y el hallazgo de gastrolitos (rocas ingeridas para facilitar la digestión) en el área estomacal sugieren que era principalmente herbívoro y que estaba adaptado para procesar vegetación blanda. No obstante, entre el contenido estomacal de uno de los especímenes se encontraron restos de peces, indicando que no estaba restringido a una alimentación a base de plantas.

Elmisaurus

Arte de Jaime A. Headden

Un ovirraptorosaurio caenagnátido de tamaño mediano conocido por huesos de las extremidades. Tratándose de un ovirraptorosaurio, es posible que fuese omnívoro y que se alimentara de plantas y animales pequeños, incluyendo artrópodos y crustáceos, aunque lo cierto es que actualmente la alimentación del grupo no es del todo comprendida.

Gallimimus

Arte de Scott Reid

Un ornitomímido de tamaño relativamente grande, siendo el ornitomímido más grande conocido a la fecha de esta publicación. Se conoce por múltiples ejemplares en diferentes etapas ontogénicas. Su anatomía sugiere que era un corredor rápido. Es sabido gracias a sus parientes más cercanos que debió tener una cobertura de plumas similares a las de los actuales avestruces en la mayor parte del cuerpo con la posible excepción de sus patas traseras y que a medida que maduraba habría desarrollado alas en las extremidades delanteras, las cuales no eran aptas para volar, sino que probablemente servían para exhibición. Es posible que fuese omnívoro, aunque hay quien teoriza que el grueso de su alimentación consistía principalmente de vegetación.

Gobiraptor

Arte de Do Yoon Kim

Un ovirraptórido conocido por un esqueleto parcial y parte del cráneo. El material encontrado pertenece a un individuo subadulto, por lo que se desconoce qué tamaño habría alcanzado al final de su desarrollo. Sus características indican que no estaba estrechamente emparentado con la mayoría de los ovirraptóridos encontrados en la zona. Teniendo en cuenta la forma de su pico, los expertos teorizan que pudo haberse alimentado de invertebrados con concha o con un exoesqueleto duro, así como de semillas y vegetación dura.

Gurilynia 

Arte de Carlos Cortés

Un ave enantiornita conocida por restos fragmentarios. El material recuperado hasta ahora indica que es una de las enantiornitas de mayor tamaño conocidas hasta ahora en el registro fósil. Probablemente estaba adaptada para el vuelo. Es posible que fuese principalmente insectívora y que se alimentara de diversos tipos de artrópodos teniendo en cuenta lo observado en varios de sus parientes más cercanos.

Homalocephale

Arte de Jack Wood

Un paquicefalosáurido pequeño conocido por un cráneo parcial y cerca de la mitad del esqueleto. Resalta por presentar un cráneo aplanado, contrario a la típica estructura cupular comúnmente vista en los miembros de su familia. Se teoriza que los fósiles encontrados hasta ahora pueden ser de individuos que no habían alcanzado la adultez al momento de su muerte, lo que a su vez ha dado paso a la hipótesis de que puede tratarse de una etapa subadulta de otro miembro de la familia, por lo que la validez del género actualmente es objeto de polémica.

Judinornis

Arte de Jack Wood

Un ave hesperornitoforme conocida por material fragmentario. Pese a esto, se puede deducir que a diferencia de la mayoría de sus parientes, probablemente prosperaba en torno a cuerpos de agua dulce alimentándose principalmente de peces.

Mononykus

Arte de Andrey Atuchin

Un alvarezsáurido relativamente grande en comparación con otros miembros de la familia, el cual es conocido por varias vértebras, huesos de las extremidades y fragmentos del cráneo. Como tiende a ser el caso en los alvarezsaurios, es probable que la contextura de su cuerpo y la forma de sus patas traseras lo hiciesen un corredor rápido. Restos de sus parientes cercanos indican que su cuerpo debió estar cubierto de un plumaje simple, similar al de los polluelos de las aves modernas. Se sabe poco sobre la alimentación de los alvarezsáuridos, pero la teoría más comúnmente aceptada es que eran mayormente insectívoros. No obstante, hay quien sugiere que los miembros más grandes de la familia, tales como el Mononykus, pudieron también haberse alimentado de vertebrados pequeños.

Nemegtomaia

Arte de Michael B. H

Un ovirraptórido pequeño conocido por restos parciales de tres especímenes. Uno de éstos fue encontrado sobre lo que parece ser un nido con siete huevos fosilizados en un patrón más o menos anillado en las esquinas, sugiriendo que el ejemplar adulto los empollaba con las alas y la cabeza, manteniendo su cuerpo en el centro del nido posiblemente para minimizar el riesgo de aplastarlos, aunque no se descarta la posibilidad de que la distribución de los huevos haya sido alterada circunstancialmente a posteriori. Lo que sí se sabe gracias a este hallazgo es que estos dinosaurios parecían preferir anidar en terrenos arenosos y suaves. Como ocurre con los ovirraptorosaurios en general, hay incertidumbre sobre su alimentación, siendo posible que fuese omnívoro o que se especializara en comer alimentos duros, como por ejemplo, semillas e invertebrados acorazados.

Nemegtonykus

Arte de Scott Reid

Un alvarezsáurido pequeño conocido por material postcraneal. Pese a que no se han encontrado huesos de sus extremidades delanteras, es altamente probable que, como tiende a ser el caso de los alvarezsaurios, éstas fuesen cortas y terminasen en manos en las que sólo el primer dedo era funcional, estando éste equipado con una garra en forma de garfio de la que se teoriza que pudo haber servido para rasgar cortezas duras a fin de facilitar la obtención de alimento. Es posible que fuese principalmente insectívoro y que se valiera de la velocidad para escapar de depredadores de mayor tamaño.

Nemegtosaurus

Arte de Emily Willoughby

Un saurópodo titanosauriano conocido por un cráneo parcial, aunque algunos huesos postcraneales identificados recientemente, incluyendo vértebras y huesos de las patas traseras han sido tentativamente asignados al género. Estudios de sus anillos escleróticos sugieren que pudo haber sido activo tanto de noche como de día. Pese a que la forma de sus dientes indica que estaba adaptado para arrancar hojas de las ramas, es difícil determinar con precisión de qué tipo de vegetación se alimentaba y si se especializaba en consumir hojas de árboles altos o de arbustos de baja o mediana altura u otro tipo de plantas. La teoría más comúnmente aceptada sin embargo, es que se valiera de su cuello largo para alcanzar vegetación alta que habría sido inaccesible para otros dinosaurios herbívoros con los que coexistía, lo que habría minimizado la competencia con éstos.

Nomingia

Arte de Andrey Atuchin

Un ovirraptórido de mediano tamaño conocido por restos postcraneales. Se caracteriza por presentar cinco vértebras fusionadas al final de su cola en una estructura parecida al pigóstilo en el extremo de la cola de las aves modernas. Esta estructura ha dado paso a la teoría de que el Nomingia habría tenido una especie de "abanico" de plumas en el extremo de su cola, como suele verse en las aves en la actualidad. Dicho "abanico" probablemente habría sido utilizado para exhibición y comunicación visual. Como suele ocurrir con los ovirraptorosaurios en general, la alimentación de este dinosaurio es objeto de debate, siendo las teorías más difundidas que se especializara en consumir materia vegetal dura, invertebrados acorazados u otros animales de menor tamaño o bien, una combinación de todas estas cosas.

Opisthocoelicaudia

Arte de ZEGH8578 de Deviantart

Un saurópodo titanosauriano conocido por restos postcraneales. Se ha sugerido que el género puede ser sinónimo de Nemegtosaurus, pero huesos asociados a éste último muestran diferencias con los de Opisthocoelicaudia, sugiriendo que éste pudo no haber sido el caso o al menos, que había más de dos géneros de saurópodos en el área. Las vértebras de la base de su cola están configuradas de modo que la parte posterior de las mismas era cóncava (curvada hacia adentro), mientras que la parte anterior era convexa (curvada hacia afuera), siendo esta característica la que le dio su nombre, el cual significa: "cola con cavidades posteriores". Las vértebras también tienen aditamentos bien desarrollados para músculos y ligamentos que la habrían reforzado en vida, lo que ha llevado a teorizar que el Opisthocoelicaudia pudo haberse mantenido estable apoyado sobre sus patas traseras y su cola en una postura trípode mientras se alimentaba de vegetación alta.

Prenocephale

Arte de Danielle Dufault

Un paquicefalosáurido pequeño conocido por cráneos de varios ejemplares y material fragmentario del resto del esqueleto. Uno de estos especímenes representa lo que probablemente fue un individuo juvenil y sin embargo, presenta un cráneo en forma de domo. No obstante, es posible que se trate de un individuo que había empezado a desarrollar la estructura cupular poco antes de su muerte, por lo que esto no descarta la teoría de que su cráneo fuese aplanado hasta alcanzar cierta edad, mas es de tener en cuenta que el material disponible al momento no permite corroborar una cosa o la otra. Es probable que el Prenocephale fuese herbívoro y que se alimentara principalmente de vegetación baja, aunque recientemente se ha sugerido la posibilidad de que los paquicefalosaurios fuesen omnívoros y que se alimentaran también de pequeños vertebrados o de carroña de manera ocasional.

Rinchenia

Arte de Andrey Atuchin

Un ovirraptórido de mediano tamaño conocido por un cráneo y varios huesos postcraneales en su mayoría fragmentarios. Inicialmente fue clasificado como una especie de Oviraptor y fue este espécimen en el que se basó la cresta con la que éste último es usualmente representado y que aunque no se haya preservado en el material recuperado hasta ahora, probablemente también tenía en vida, la cual pudo haber servido para exhibición. Sin embargo, estudios posteriores indicaron que muchas de las características del cráneo de este espécimen diferían notablemente de las que se veían en el del Oviraptor, lo que llevó a reclasificarlo bajo un nuevo género.

Saichania

Arte de Yuriy Priymak

Un anquilosáurido de tamaño mediano conocido por cráneos de diferentes ejemplares y varios restos postcraneales. Como todo anquilosaurio, tenía un cuerpo robusto con un blindaje consistente en fusiones de los huesos de su lomo y costados, así como en osteodermos (osificaciones en la piel). Incluso su vientre parecía estar blindado con osteodermos en forma de quilla. Fósiles de mazos óseos (estructuras formadas por la fusión de las vértebras del extremo de su cola) encontrados en la zona han sido asignados al género, aunque hay quien considera que podría ser material de otro anquilosaurio. Su cráneo resalta por presentar abultamientos óseos, así como un paladar osificado, cosa que es poco común encontrar en dinosaurios. Probablemente se alimentaba de vegetación baja y es posible que de adulto tuviera pocos depredadores naturales.

Saurolophus angustirostris

Arte de sphenaphinae de Deviantart

Un hadrosaurio saurolofino de gran tamaño conocido por múltiples ejemplares en diferentes etapas de crecimiento; algunos de ellos bien preservados. Se han recuperado impresiones de piel que indican que el animal tenía escamas compactas y cuadriformes a lo largo del lomo y la cola, formando patrones verticales en ésta última. El género se caracteriza por presentar una cresta pequeña en la parte posterior del cráneo, la cual está conformada en su mayor parte por los huesos nasales, lo que ha llevado a inferir que pudo haber tenido una función asociada a la termorregulación, a la respiración o a la generación de sonido por flujo de aire. Probablemente se alimentaba de vegetación baja y de mediana altura y a partir de lo observado en otros hadrosarios, se puede deducir que era un animal gregario.

Tarbosaurus

Arte de sphenaphinae de Deviantart

Un tiranosáurido de gran tamaño conocido por una cantidad considerable de ejemplares en diferentes etapas de crecimiento, muchos de los cuales están bien preservados, lo que ha permitido reconstruir la totalidad del esqueleto y estudiar minuciosamente a la especie. Era bastante parecido a su pariente norteamericano, el Tyrannosaurus rex, pero es ligeramente menor en tamaño y presenta un cráneo menos robusto. Impresiones de piel asignadas al género muestran indicios de escamas pequeñas y reticuladas similares a las vistas en la piel de las aves y pese a que no se ha encontrado evidencia directa de plumas, modelos deductivos realizados a raíz de sus relaciones de parentesco respaldan la hipótesis de que haya tenido plumaje hasta cierto punto. Se ha aludido también a la posibilidad de que tuviese una papada o saco gular (una bolsa de piel expandible en la parte inferior del cuello), pero esta idea no ha podido ser verificada, ya que está basada en comunicaciones informales sobre impresiones de piel asociadas a un ejemplar que nunca fue recuperado ni formalmente descrito, por lo que no se puede realizar un análisis para determinar la verdadera naturaleza de las presuntas impresiones. Tanto lo encontrado en el registro fósil como estudios biomecánicos indican que el Tarbosaurus estaba adaptado para cazar animales de gran tamaño, incluyendo otros terópodos de tamaño similar, anquilosaurios y posiblemente, saurópodos. Siendo el terópodo carnívoro más grande encontrado en la región hasta ahora, es posible que fuese el depredador ápice del ecosistema.

Tarchia

Arte de Jack Wood

Un anquilosáurido de gran tamaño conocido por restos parciales de varios ejemplares. Es hasta ahora el anquilosaurio más grande encontrado en Asia. Es probable que se alimentara de vegetación baja y la forma de su pico sugiere que estaba adaptado para mordisquear materia vegetal de complexión dura. Hay quien restringe su distribución a la vecina y estratigráficamente más antigua formación Barun Goyot, asignando el material encontrado en la formación Nemegt a Saichania.

Therizinosaurus

Arte de Elijah Shandsheight

Un terizinosáurido de gran tamaño conocido por restos postcraneales fragmentarios. No obstante, teniendo en cuenta lo que se sabe de otros miembros de la familia, es probable que fuese un animal de contextura robusta con un cuello largo y una cabeza pequeña con pico y probablemente también tenía plumas al menos, en algunas partes del cuerpo. Resalta por presentar unguales manuales (huesos de las garras de sus extremidades delanteras) alargadas y poco curvas, de las cuales se teoriza que pudo haber usado como herramienta para defenderse o competir con otros de su especie, para comunicación visual, para alcanzar alimento que de otra forma sería inaccesible o bien, para una combinación de todas estas cosas. Lo encontrado en otros terizinosáuridos sugiere que era principal o exclusivamente herbívoro. Además, el hallazgo de lo que parece ser un nidal comunal de terizinosaurios en la formación Nanchao de China sugiere que el grupo tenía hábitos gregarios al menos, hasta cierto punto.

Tochisaurus

Arte de cisiopurple de Deviantart

Un troodóntido conocido por huesos de las patas traseras, los cuales sugieren que se trataba de un miembro relativamente grande de la familia. Posiblemente se alimentaba de animales de menor tamaño, así como de carroña.

Zanabazar

Arte de Michael B. H

Un troodóntido conocido por restos fragmentarios, aunque suficientes para deducir que se trataba de un miembro relativamente grande de la familia, siendo de hecho, el troodóntido de mayor tamaño conocido en Asia hasta ahora. Pese a que no se sabe mucho sobre su estilo de vida, teniendo en cuenta lo que se conoce sobre sus parientes más cercanos se puede deducir que pudo haberse especializado en cazar animales de menor tamaño y que quizá fue un depredador de hábitos principalmente nocturnos, además de haber sido un oportunista que robara presas de otros depredadores.

Se han encontrado igualmente fósiles de dinosaurios que aún no han sido nombrados o descritos de manera formal. Entre éstos:

- Varios restos de anquilosaurios no identificados (algunos de ellos, aún sin describir), incluyendo impresiones de piel y dos mazos de la cola que probablemente pertenecen a dos especies distintas y que no parecen tratarse de ejemplares referibles a Saichania o Tarchia.

- Un ornitomímido no identificado similar al Anserimimus del que se han encontrado varias vértebras y huesos de las extremidades.

- ¿Raptorex?: Un tiranosaurio pequeño conocido por un esqueleto parcial. Estudios indican que se trataba de un individuo juvenil al momento de su muerte. Dado que fue extraído y puesto en venta clandestinamente (probablemente en el mercado negro), su procedencia exacta es desconocida e inicialmente se pensó que provenía de la formación Yixian de China. Esto en su momento causó revuelo, pues era indicio de que los tiranosauroides habían desarrollado características de los tiranosáuridos a principios del período cretácico, incluyendo las típicas extremidades delanteras reducidas con dos dedos funcionales cuando fósiles de otros tiranosauroides de la época presentaban extremidades delanteras relativamente largas con tres dedos funcionales. No obstante, análisis más exhaustivos sugieren que lo más probable es que los fósiles del Raptorex proviniesen de la formación Nemegt. Al igual que su procedencia, la validez del género fue puesta en duda, ya que el ejemplar comparte múltiples similitudes con especímenes de Tarbosaurus juveniles, siendo altamente probable que se tratase en realidad de una cría de Tarbosaurus.

Imagen de Sereno et al., 2009

- Restos parciales de saurópodos probablemente titanosaurianos que podrían o no ser material de Nemegtosaurus o de Opisthocoelicaudia.

- Restos de terizinosáurido aún no descritos.

*Actualización (10/10/2020): Dos días después de la publicación de esta entrada se publicó la descripción de una nueva especie de ovirraptórido, la cual ha recibido el nombre de Oksoko avarsan y se conoce por varios ejemplares que en conjunto, permiten reconstruir el esqueleto entero. Los restos le fueron confiscados a contrabandistas de fósiles, tras lo cual análisis geoquímicos permitieron determinar que procedían de esta formación. La especie se caracteriza por presentar una cola inusualmente corta y sólo dos dedos funcionales en sus extremidades delanteras, con el tercer dígito estando notablemente reducido. El hecho de que algunos de los ejemplares hubiesen sido encontrados juntos en un mismo bloque de roca ha llevado a los expertos a teorizar que pudo haber sido un animal gregario.

Arte de Michael Skrepnick

Además de dinosaurios, también se han encontrado restos de cocodrilomorfos, mamíferos y al menos, un pterosaurio probablemente azdárquido de gran tamaño, así como una variedad de peces y tortugas e invertebrados acuáticos.