31 de octubre de 2018

¡Dientes! ¡Garras! ¡Rugidos! ¡AWESOMEBRO!

Es 31 de octubre y muchos hoy homenajean todo lo que tiene que ver con miedo y terror, por lo que parece una excelente oportunidad para hablar de los dinosaurios más monstruosos, grotescos y sanguinarios conocidos por el hombre. Es decir, aquellos comúnmente caracterizados por temibles hileras de largos y afilados dientes, garras aparentemente hechas para rebanar y destripar a sus víctimas, un apetito voraz que insta a una continua ferocidad, una mirada fría y despiadada que refleja una insaciable sed de sangre o un tamaño imponente que haría temblar hasta a los más rudos. Sin embargo, aquí no entraremos en este tipo de corriente, de modo que esta no será una de esas entradas de "10 dinosaurios tan monstruosos y mortíferos que te alegrarás de que estén extintos". Si eso es lo que desea ver, seguro encontrará una entrada así en muchos otros blogs, pero no en este. En su lugar, aquí vamos a aprovechar la ocasión para abordar el fenómeno detrás de estas macabras caracterizaciones y nos sumiremos en un misterio que a lo largo de generaciones nuestros temores han alimentado y convertido en una fuerza con el poder de cautivarnos al presentar mucho de lo que vemos en el ámbito del dinofrikismo bajo un disfraz que oculta la realidad que pocos quieren ver. Algunos tal vez se pregunten qué es esa fuerza de la que hablo. Pues bien, me refiero a lo que en el mundo de la paleontología se conoce como... Awesomebro.


¿Pero qué es eso de awesomebro? Pues "awesomebro" es un término acuñado por el paleoartista John Conway utilizado para referirse a la inclinación y tendencia de adoptar la imagen distorsionada y monstrificada de los dinosaurios que se suele presentar en los medios y la cultura popular en lugar de la que presenta la ciencia.

El presunto Utahraptor en la cubierta del videojuego "Turok: Evolution" es un claro ejemplo de una imagen awesomebro
Imagen de Acclaim Entertainment

Ahora bien, antes de continuar, quiero recalcar que este blog tiene el objetivo de divulgar información de carácter científico acerca de nuestra percepción de los dinosaurios, pero creo que en estos tiempos es igualmente importante tratar el aspecto sociocultural de la misma. Dicho esto, esta entrada no va dirigida a atacar o condenar la cultura awesomebro, sino a crear conciencia. ¿Conciencia de qué? Pues de que hay diferentes percepciones sobre los dinosaurios, cada una con sus fundamentos particulares, y lo ideal es que se respete el derecho de cada cual a tener las suyas, pero para eso hay que cuidarse de un fenómeno muy peligroso: los extremos. Los extremos en el modo de pensar son dañinos porque tienden a "cegar" a una persona hasta el punto de que ésta no puede visualizar algo diferente a su punto de vista sin percibirlo como desconcertante o hasta ofensivo, lo que tiende a conducir a que la persona impulsivamente rechace todo lo que no vaya con su percepción y generalmente, lo tache como una tontería, ya que su mentalidad está tan limitada a su forma de ver las cosas que se le hace difícil respetar otros puntos de vista y aceptar algunas realidades aún cuando su percepción puede ser errónea o sobrevalorada, lo cual suele terminar por convertirlo en una persona tóxica. Es como dice el dicho: "No hay peor ciego que el que no quiere ver." Y al menos en mi opinión, es importante tener la mente abierta si verdaderamente queremos apreciar y disfrutar la belleza de este mundo tan diverso en el que vivimos.

Habiendo aclarado eso, ¿qué se considera awesomebro?

Pues nuevamente, el concepto de awesomebro envuelve todo aquello que hace ver a los dinosaurios más como monstruos que como animales. Esto se debe en gran parte a la forma en que se tiende a representar a estos seres en los medios de entretenimiento y sus derivados, donde por lo general son tratados como personajes no del todo naturalísticos desde un enfoque sensacionalista para cautivar a los consumidores, práctica que se ha convertido en un estándar durante los últimos años. Tanto, que en tiempos recientes, se ha propagado la idea en el mundo mediático de que esta es la única forma en que los dinosaurios pueden parecer interesantes para el público general y que de no ser representados de esta manera, podrían llegar a considerarse como un tema de contenido puramente infantil o incluso aburrido. Los divulgadores en el ámbito científico han estado haciendo lo posible para desmentir eso, tomando de base lo apreciable en el mundo salvaje de hoy a fin de contrarrestar esta percepción y presentar una imagen más dinámica y compleja de estos animales en la que se los muestra asumiendo comportamientos peculiares y poco explorados y realizando una amplia gama de actividades que estimulan la curiosidad y el interés, tales como el uso de un lenguaje corporal sofisticado, estrategias de alimentación ingeniosas, simbiosis con otras especies y un largo etcétera. Sin embargo, estos esfuerzos han encontrado obstáculos en un sector del público que simplemente prefiere quedarse con la caracterización tradicional o para los efectos de este tema, la caracterización awesomebro. De modo que, cuando se habla de la cultura awesomebro, se hace referencia a aquellos entusiastas que sobreponen esta imagen alterada por los medios por encima de la que nos revela la paleontología. Se puede decir por tanto que las tendencias awesomebro se fundamentan sobre una base emocional más que racional, mientras a su vez se rigen por los principios de oferta y demanda, siendo así un fenómeno de carácter retributivo (los medios ofrecen lo que la audiencia pide y la audiencia pide más de eso que los medios le ofrecen).

Arriba: Representación artística del famoso Tyrannosaurus rex de una forma acorde a la visión científica
Arte de Mark Witton
Abajo: Representación de la misma criatura retocada de acuerdo a los estándares de la cultura awesomebro
Imagen originaria de Papo Toys

No es de extrañarse por tanto que la cultura awesomebro se sienta atraída por conceptos impresionistas, como el gigantismo, por lo que tiende a favorecer representaciones de animales prehistóricos con un tamaño desproporcionadamente grande, como por ejemplo, el Giganotosaurus de "Dino Crisis 2", el Mosasaurus de "Jurassic World" o el Liopleurodon de "Paseando con Dinosaurios" y desde luego, tampoco es de extrañarse que las discusiones sobre cuál dinosaurio o animal prehistórico es más grande según su categoría sean algo común entre las tendencias awesomebro.

El Liopleurodon de la serie "Paseando con Dinosaurios" fue representado con un tamaño exageradamente grande que tiende a ser favorecido por la cultura awesomebro.
Imagen de la BBC

Sin embargo, lo que más distingue a la cultura awesomebro, es su preferencia por la representación de estos animales como seres violentos, sádicos y destructivos. Es por eso que optan por quedarse con los aspectos más salvajes y sanguinarios de los dinosaurios y les encanta ver que se la pasen rugiendo y enseñando los dientes y las garras. No resulta extraño por tanto que sean los dinosaurios carnívoros los más propensos a recibir influencia de esta corriente.

La Indominus rex en la cinta Jurassic World podría considerarse un compendio de las tendencias y expectativas de la cultura awesomebro, siendo estratégicamente diseñada y presentada como más grande, astuta y agresiva que un terópodo real y así lo reconoce la propia película a través del Dr. Henry Wu cuando le recuerda a su empleador, Simon Masrani que cuando éste solicitó una atracción más "cool" no pidió algo realista, sino algo "con más dientes".
Imagen de Universal Pictures

Por tal razón, es popular en la cultura awesomebro la tendencia de asimilar por ejemplo, los estudios que sugieren que el Tiranosaurio decapitaba Triceratops antes de comerlos o la teoría de que el Velociraptor devoraba a sus presas mientras aún estaban vivas. Más destacable, sin embargo, es su similar apertura a ideas sensacionalistas que hagan ver a los dinosaurios como seres macabros y a asimilarlas como factibles, aunque dichas ideas no estén científicamente fundamentadas.

Una tendencia awesomebro común es la de pensar que el nido de un T. rex luciría como un "cementerio de dinosaurios", idea difundida por producciones como "The Lost World: Jurassic Park" pero no avalada por la ciencia
Imagen de Universal Pictures

Y desde luego, no resulta sorpresivo que sean fans de los enfrentamientos interespecíficos de animales prehistóricos y que por ende, los aclamen con entusiasmo en medios audiovisuales (usualmente complementados con música rock o un coro clásico de fondo) y recurran con frecuencia a redes sociales y páginas de interacción para debatir sobre un combate entre una especie A y una especie B y discutir quién sería el ganador. Y no es que esto esté mal, pero una vez más, este tipo de dinámica poco o nada corresponde a nuestra comprensión de estos animales, pues para empezar, se fundamenta más en supuestos que en información verificable, lo cual no debe resultar extraño cuando se tiene en cuenta que no conocemos (y quizá, nunca conoceremos) con precisión las tácticas de combate o defensa exactas que éstos habrían empleado en un hipotético enfrentamiento (y menos aún, cuando se trata de criaturas que nunca se toparon entre sí), sin mencionar que la naturaleza constantemente nos demuestra que salvo en caso de depredación, los animales rara vez pelean a muerte y que cuando lo hacen, en el caso de un combate interespecífico, los resultados pueden variar, por lo que el desenlace no necesariamente hace a una especie más "poderosa" que la otra y ciertamente no respalda el planteamiento de generalizaciones (por poner un ejemplo, es sabido que los leones pueden derribar búfalos, mas eso no significa que éstos sean más poderosos que los búfalos y son igualmente notorios los casos de leones asesinados por búfalos). De modo que debates de esta índole sólo ayudan a construir y desarrollar la imaginación, mas contrario a como suelen presentarse, poco o nada tienen que ver con nuestro entendimiento de estos animales.

Los combates interespecíficos de dinosaurios conforman uno de los temas más atrayentes para la cultura awesomebro y cabe destacar el caso del T. rex y el Spinosaurus, que es quizá el más abordado desde su representación gráfica en la cinta Jurassic Park 3, pese a que en realidad ninguna de estas especies coexistió con la otra, haciendo anodina la discusión de este escenario.
Imagen de Universal Pictures

Por otra parte, quizá lo más importante a resaltar es que la cultura awesomebro suele tener dificultades para asimilar aquello que no haga parecer a los dinosaurios tan violentos o monstruosos, por lo que no es extraño que asuman una actitud de decepción y suelan acusar a la ciencia de "arruinar su infancia" cuando se revela algo que choca con esta percepción grotesca de los dinosaurios y otros organismos prehistóricos. Es por esta razón que usualmente les cuesta simpatizar con la idea de que los dinosaurios carnívoros tuviesen un tipo de integumento oral que cubriría sus dientes de forma parecida a los labios de los mamíferos, con las investigaciones que sugieren que los dinosaurios no podían rugir como fieras e incluso, con el hecho de que muchos terópodos se asimilaban a las aves tanto en apariencia como en comportamiento más que a los lagartos bípedos sedientos de sangre popularizados por obras de ficción, como la franquicia de Jurassic Park, lo que nos lleva a lo referente al aspecto físico de los dinosaurios. Y es que es de notar que dada su tendencia a favorecer la forma en que éstos y otros animales prehistóricos son generalmente mostrados en los medios, la cultura awesomebro está bastante aferrada a lo que se ha implantado y difundido como "clásico" en la cultura popular, cosa con la que la naturaleza progresiva y versátil de la paleontología como ciencia tiende a romper. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañarse que con frecuencia renieguen de que algunos dinosaurios no eran como se pensaba en un principio debido a que descubrimientos posteriores revelarían pistas anteriormente desconocidas sobre su apariencia (como ocurrió por ejemplo, con el Spinosaurus en 2014, cuando se publicó la recuperación de nuevo material referido a este género que reveló que su anatomía difería de la imagen popular que se tenía hasta entonces) o que asuman una posición reluctante al momento de por ejemplo, considerar la posibilidad de que el famoso T. rex tuviese plumas o incluso de afrontar el hecho de que otras especies popularizadas, como el Velociraptor definitivamente las tenían.

Los fósiles evidencian que las garras de los dromeosaurios (la familia a la que pertenece el famoso Velociraptor) estaban cubiertas por alas emplumadas, cosa que a la cultura awesomebro le suele resultar difícil de asimilar porque a su parecer, esto le quita lo "awesome" a estos dinosaurios.
Crédito de la fotografía a la Academia China de Ciencias Geológicas

Ahora bien, ¿ser awesomebro es malo? No. El problema no es ser awesomebro. De hecho, aunque lo neguemos, todos los dinofrikis comenzamos como awesomebros (y yo soy prueba viviente de ello, como los que me siguen hace tiempo habrán confirmado por mi antiguo blog) y de alguna u otra forma, seguimos teniendo algo de awesombro (algunos en mayor grado que otros, cabe resaltar). Si le gustan los dinosaurios puramente escamosos, con manos pronadas a lo Jurassic Park y que constantemente estén realizando hazañas violentas, resistiendo lesiones causadas por disparos, explosiones, ataques de otros dinosaurios o cualquier otro tipo de daño y ostentando sus dientes, garras u otras adaptaciones para el ataque o la defensa, no hay problema con eso siempre y cuando reconozca que la ficción es una cosa y el mundo real es otra. El problema es llevar sus idealizaciones al extremo y llegar al punto de incluso boicotear los avances científicos sólo porque "arruinan su infancia", de tachar los resultados de determinadas investigaciones como ilógicos, erróneos o contraproducentes porque no se ajustan a sus preferencias o de inventarse "teorías" propias ajustadas a su percepción para remediar lo que no va con ella, cosa que más que promover el entendimiento de los dinosaurios, lo obstaculiza. De modo que ser awesomebro no es lo que está mal. Lo que está mal es ser extremista hasta el punto de anteponer el capricho sobre la realidad.

Dicho esto, tenga presente que el concepto de "awesome" es subjetivo y depende meramente de su forma de asimilar las cosas. Asimismo, tenga en cuenta que en el cine, los videojuegos, la literatura e incluso, los documentales se representa a los dinosaurios de esa forma para captar la atención del público, pero eso no es un reflejo fiel de lo que eran en verdad estos animales. De todas formas, aún si las cosas no son como usted las imaginaba, ¿por qué eso es algo malo y en qué perjudica su estilo de vida? Si no le gusta cómo los nuevos descubrimientos están cambiando la imagen de los dinosaurios, está bien. Nadie puede obligarlo a que le guste, pero no por eso le declare la guerra a la ciencia ni reproche sus avances, tachándolos de falsos o "ajustándolos" para que cumplan con sus expectativas y luego difundiendo esos "ajustes" como hechos. Recuerde que la realidad existe al margen de lo que pensamos y es independiente de nuestros ideales, por lo que negarla o intentar adecuarla a nuestro parecer es inútil y al final, no cambiará nada. Si verdaderamente le interesa el aspecto científico de los dinosaurios (y perdonen si parezco duro al decir esto), haga el capricho a un lado y recuerde que las obras de ficción son una cosa y la ciencia y el mundo real son otra. Dese la oportunidad y tal vez descubra que estos animales son más fascinantes de lo que piensa y de lo que suele difundir la cultura popular. Si al final el caso es que en realidad no le interesa tanto la ciencia detrás de la vida prehistórica y en su lugar, disfruta más de los "monstruos prehistóricos" creados por y para los medios de entretenimiento, pues simplemente continúe disfrutando de esas caracterizaciones sin adentrarse en el ámbito de la ciencia. En lugar de asumir una postura anti-ciencia y denegar de los avances en la paleontología, ¿por qué no mejor sacarle provecho a su imaginación y manifestarse desarrollando obras de ficción por su cuenta, como lo hace, por ejemplo, el buen Ricardo Delgado en su recomendable serie de comics, "Age of Reptiles"? Después de todo, la imaginación es libre y usted es el único que establece sus límites.

A todo esto, si hablamos de extremos, no podemos dirigir la mirada exclusivamente a una dirección al tratar este asunto, por lo que también conviene dirigirse a la corriente del lado opuesto (es decir, a aquellos aficionados a la paleontología y al aspecto estrictamente científico y no mediático de los dinosaurios). Y bueno, como dinofriki, sería hipócrita de mi parte negar que en este grupo entra su servidor. Sin embargo, cuando se trata de abordar esta situación, me esfuerzo por no asumir una actitud extremista. Es cierto que dada mi pasión por el tema, a veces me cuesta, pero es esa misma pasión la que me motiva a difundirlo de forma pasiva y no impositiva, cosa que en la mayoría de los casos me ha resultado mejor que si intentara inculcarla a la fuerza. Después de todo, tratar de imponer una idea, percepción o concepto, más que una actitud científica, es una actitud dogmática (y por ende, anticientífica) y a esto cabe agregar que incitar a la educación tiende a ser más efectivo que educar en sí y es a eso a lo que quiero invitar a otros dinofrikis que lean esta entrada.

De modo que en lo que respecta a la interacción con otros en discusiones de índole científica, recuerde que la paleontología no es una ciencia del todo certera y que rara vez ofrece respuestas sólidas que puedan considerarse como hechos irrefutables, abriendo así paso a múltiples posibilidades y alternativas a considerar, además de que por su naturaleza autocorrectiva, constantemente está actualizándose y sustituyendo nociones previas con nuevos conocimientos. Si bien es cierto que la paleontología como ciencia se vale de procedimientos empíricos en la búsqueda de respuestas, no hay que olvidar que uno de éstos es la aplicación del método hipotético-deductivo, por medio del cual se elaboran teorías a partir de las pruebas disponibles en un intento de arrojar luz sobre objetos de estudio que simplemente no pueden comprenderse de forma absoluta, por lo que dichas teorías, por muy válidas que sean, no deben ser tomadas como algo irrefutable o palmariamente confirmado. Después de todo, el pensamiento científico se fundamenta en la falsabilidad de nociones. De modo que lo más razonable es adoptar una mentalidad crítica, estar siempre abierto a múltiples posibilidades y recordar que si ni siquiera los mismos científicos que obtienen y generan la información de primera mano pueden certificar algo al 100%, menos aún nosotros, los aficionados. Con eso en mente, si desea corregir o educar a alguien que parece ignorar o negar los datos, avances y planteamientos paleontológicos, procure no hacerlo de manera impositiva, sino de una forma que resulte cómoda, motivadora y remunerativa para él. Asimismo, es igualmente aconsejable que lo haga reconociendo y aprovechando la naturaleza versátil de la paleontología para alentarlo a investigar por su cuenta, a recurrir a fuentes de información legítimas y más importante, a desarrollar y fomentar el pensamiento crítico y la consideración de diversas posibilidades utilizando la información disponible en lugar de la aceptación dogmática de una idea como si se tratase de la verdad absoluta, pues al fin y al cabo, como decía el sabio Aristóteles, "el ignorante afirma; el sabio duda y reflexiona”.

Por otra parte, tenga en cuenta que en el ámbito de las películas, la literatura y los videojuegos, por ejemplo hay que reconocer que la ficción juega un papel importante y que la estética es primordial, pues el objetivo de estos medios de entretenimiento es impresionar y divertir a la audiencia, por lo que no está del todo mal que ocasionalmente se muestren dinosaurios algo anticuados que se la pasen enseñando los dientes, rugiendo ferozmente, matando brutalmente a sus víctimas, etc. Es cierto que los medios parecen estar escupiéndole la cara a la ciencia y distorsionando cada vez más la imagen de los dinosaurios y que para nosotros, los dinofrikis, esto puede ser decepcionante hasta cierto grado, pero no podemos pretender que un proyecto hecho principalmente para entretener muestre versiones del todo fieles a lo que sería el animal real (así como tampoco podemos pretender que películas, novelas y otros proyectos de ficción sobre tiburones, cocodrilos, osos y otros depredadores lo hagan). Eso por supuesto no significa que no se pueda abogar por una representación más realista, fidedigna y genuina de estos animales en los medios y nuevamente, nadie puede obligar a nadie a que le guste algo que no va con sus preferencias, pero no olvidemos que dentro de todo, es importante establecer un balance y aprender a disfrutar de estos productos por lo que son (obras de ficción), cosa en la que una actitud extremista no ayuda en nada.

Con todo esto dicho, aceptemos la diferencia entre la ficción y la realidad, reconozcamos que nuestras opiniones sobre un tema no cambian la realidad del mismo, recordemos que nuestros conocimientos no son algo fijo y pueden seguir actualizándose a medida que se indague más en el tema, respetemos el derecho de otros a opinar de una forma diferente a la nuestra y sobre todo, cuidémonos de ser extremistas con nuestras ideas y preferencias para así saber valorar la diversidad y la libertad de pensamiento. En resumen, aprendamos a disfrutar más de las diferencias para gozar más de nuestro mundo y de nuestra vida.

Referencias:
1. Artículo de John Conway: "Jurassic Park 4: Awesomebro": http://log.johnconway.co/post/46259087381/jurassic-park-4-awesomebro

2. Artículo de Robert Krampf: "Are You Selectively Anti-Science?": https://thehappyscientist.com/content/are-you-selectively-anti-science

3. Video de Scott Potter (Thagomizers): "Let's Talk Awesomebro": https://www.youtube.com/watch?v=2NJJTAse1Eg

2 comentarios:

  1. Como siempre una gran entrada, la verdad es que he estado leyendo algunas de tus entradas y siempre traes información veraz.

    En lo que respecta al tema, si que es cierto que los medios de comunicación tratan de dar más dramatismo para enganchar más a la audiencia y que los extremos nunca llevan a nada bueno. Siempre hay que dejar la ficción y la realidad en su sitio. Aunque creo que de lo awesomebre que más me a combencido es JP porque por lo menos te justifica que los bichitos son así porque son transgénicos (cof, cof, Dilophosaurus y Baryonyx, cof, cof) aunque no seran tan interesantes como los reales.

    También seria muy interesante que hablaras del otro lado de los extremos, los Feathernazis.

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    1. Me alegra que te haya gustado la entrada.

      Y sí. Tal vez, el próximo año para las mismas fechas esté publicando una entrada similar sobre el movimiento Feathernazi, pero considero que antes es conveniente hablar un poco sobre paleoarte en términos generales.

      Gracias por tu comentario.

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